La escucha activa es una habilidad fundamental para la comunicación efectiva y la colaboración entre equipos. No se trata solo de oír las palabras que se dicen, sino de comprender el mensaje completo, incluyendo el tono, el lenguaje corporal y las emociones subyacentes. En este tema, exploraremos los principios de la escucha activa, sus beneficios y técnicas para mejorar esta habilidad.

1. Atención Completa: Dedica toda tu atención a la persona que habla. Evita distracciones como teléfonos móviles o computadoras.
2. Empatía: Trata de entender las emociones y perspectivas del hablante. Ponerse en el lugar del otro ayuda a comprender mejor su mensaje.
3. Retroalimentación: Proporciona señales de que estás escuchando, como asentir con la cabeza, mantener contacto visual y usar expresiones faciales adecuadas.
4. Parafraseo: Repite en tus propias palabras lo que has entendido para confirmar que has captado el mensaje correctamente.
5. Preguntas Clarificadoras: Haz preguntas para aclarar cualquier duda y obtener más información.
6. Evitar Interrupciones: No interrumpas al hablante. Espera a que termine antes de responder o hacer preguntas.

• Mejora la Comprensión: Ayuda a entender mejor los mensajes y las necesidades de los demás.
• Fomenta la Confianza: Los compañeros de equipo se sienten valorados y respetados cuando saben que se les escucha.
• Reduce Malentendidos: Minimiza las confusiones y errores que pueden surgir de una comunicación deficiente.
• Promueve la Resolución de Conflictos: Facilita la identificación de problemas y la búsqueda de soluciones conjuntas.
• Aumenta la Productividad: Mejora la eficiencia y efectividad del equipo al asegurar que todos estén en la misma página.

El contacto visual demuestra que estás prestando atención y te interesa lo que la otra persona está diciendo.

Adopta una postura abierta y relajada. Evita cruzar los brazos o mirar hacia otro lado.

Asentir con la cabeza muestra que estás siguiendo la conversación y entendiendo lo que se dice.

Repite en tus propias palabras lo que has entendido para confirmar que has captado el mensaje correctamente.

Ejemplo:

• Hablante: "Estoy preocupado por el plazo del proyecto."
• Oyente: "Entiendo que estás preocupado por el plazo del proyecto. ¿Hay algo específico que te preocupa?"

Realiza preguntas para obtener más detalles y asegurarte de que has entendido correctamente.

Ejemplo:

• "¿Puedes darme más detalles sobre lo que te preocupa del plazo?"
• "¿Qué crees que podríamos hacer para mejorar la situación?"

Escucha sin emitir juicios o interrumpir con tus propias opiniones. Mantén una mente abierta.

Reconoce y valida las emociones del hablante. Esto muestra empatía y comprensión.

Ejemplo:

• "Parece que esto te está causando mucho estrés. ¿Cómo puedo ayudarte?"

1. Emparejamiento: Forma parejas con un compañero de equipo.
2. Turnos para Hablar y Escuchar: Uno de los miembros de la pareja hablará sobre un tema específico durante 5 minutos, mientras el otro practica la escucha activa.
3. Aplicación de Técnicas: El oyente debe aplicar las técnicas de escucha activa mencionadas anteriormente (contacto visual, parafraseo, preguntas clarificadoras, etc.).
4. Retroalimentación: Después de los 5 minutos, el hablante proporcionará retroalimentación sobre cómo se sintió al ser escuchado. Luego, cambien de roles.

• "Describe un desafío reciente que enfrentaste en el trabajo y cómo lo manejaste."

• ¿El oyente mantuvo contacto visual y usó lenguaje corporal abierto?
• ¿El oyente parafraseó y resumió correctamente el mensaje del hablante?
• ¿El oyente hizo preguntas clarificadoras?
• ¿El oyente evitó interrumpir y juzgar?

La escucha activa es una habilidad esencial para la colaboración efectiva entre equipos. Al practicar la atención completa, la empatía y la retroalimentación, podemos mejorar significativamente nuestra comunicación y fortalecer nuestras relaciones laborales. Recuerda que la escucha activa no solo se trata de entender las palabras, sino de captar el mensaje completo y las emociones detrás de él.

En el próximo tema, exploraremos la resolución de conflictos, una habilidad complementaria que se beneficia enormemente de la escucha activa.