En este tema, exploraremos dos tipos esenciales de pruebas manuales: las pruebas de humo y las pruebas de sanidad. Ambas son cruciales para garantizar que el software funcione correctamente en sus etapas iniciales y después de realizar cambios. A continuación, desglosaremos cada tipo de prueba, sus diferencias, y cómo implementarlas efectivamente.

Las pruebas de humo son un conjunto básico de pruebas que se ejecutan para verificar que las funciones más críticas de un software funcionan correctamente. Se realizan después de que se ha construido una nueva versión del software para asegurarse de que no haya fallos críticos que impidan el funcionamiento básico del sistema.

• Objetivo: Verificar la estabilidad básica del software.
• Alcance: Superficial, cubriendo las funcionalidades más críticas.
• Frecuencia: Se ejecutan cada vez que se lanza una nueva versión del software.
• Tiempo de Ejecución: Rápido, ya que solo se prueban las funciones esenciales.

Imagina que estás probando una aplicación de comercio electrónico. Las pruebas de humo podrían incluir:

• Verificar que la aplicación se inicie correctamente.
• Comprobar que los usuarios puedan iniciar sesión.
• Asegurarse de que los productos se puedan buscar y agregar al carrito.

Las pruebas de sanidad son un subconjunto de pruebas de regresión que se centran en verificar que una sección específica del software funcione correctamente después de realizar cambios menores o correcciones de errores.

• Objetivo: Verificar que las funciones específicas afectadas por cambios recientes funcionen correctamente.
• Alcance: Limitado a las áreas modificadas del software.
• Frecuencia: Se ejecutan después de cambios menores o correcciones de errores.
• Tiempo de Ejecución: Rápido, ya que se centran en áreas específicas.

Siguiendo con el ejemplo de la aplicación de comercio electrónico, si se ha corregido un error en el proceso de pago, las pruebas de sanidad podrían incluir:

• Verificar que el proceso de pago se complete sin errores.
• Asegurarse de que se envíe una confirmación de pedido al usuario.

Ejercicio: Imagina que trabajas en una aplicación de gestión de tareas. Se ha lanzado una nueva versión que incluye una nueva función de "Recordatorios". Diseña un conjunto de pruebas de humo y sanidad para esta actualización.

Solución:

Pruebas de Humo:

1. Verificar que la aplicación se inicie correctamente.
2. Comprobar que los usuarios puedan iniciar sesión.
3. Asegurarse de que se pueda crear una nueva tarea.

Pruebas de Sanidad:

1. Verificar que se pueda establecer un recordatorio para una tarea.
2. Asegurarse de que el recordatorio se active a la hora programada.
3. Comprobar que se pueda editar un recordatorio existente.

Las pruebas de humo y sanidad son herramientas esenciales en el arsenal de un probador manual. Las pruebas de humo aseguran que el software sea estable en su conjunto, mientras que las pruebas de sanidad se centran en verificar que las correcciones específicas no introduzcan nuevos problemas. Comprender y aplicar correctamente estas pruebas es crucial para mantener la calidad del software a lo largo de su ciclo de vida. En el siguiente módulo, exploraremos más tipos de pruebas manuales para ampliar aún más tus habilidades en pruebas de software.