El conflicto y la resolución son elementos esenciales en cualquier historia efectiva. Estos componentes no solo capturan la atención del público, sino que también generan una conexión emocional profunda. En esta sección, exploraremos qué son el conflicto y la resolución, por qué son importantes y cómo pueden ser utilizados eficazmente en el storytelling.

El conflicto es el motor de la narrativa. Es el desafío o problema que los personajes deben enfrentar y superar. Sin conflicto, una historia carece de tensión y dinamismo, lo que la hace menos interesante para el público.

1. Interno: El conflicto ocurre dentro del personaje, como una lucha emocional o moral.
2. Externo: El conflicto es entre el personaje y fuerzas externas, como otros personajes, la sociedad, la naturaleza, etc.

• Interno: Un personaje lucha con su miedo al fracaso.
• Externo: Un personaje debe sobrevivir en un entorno hostil.

La resolución es la parte de la historia donde el conflicto se resuelve. Es el momento en que se responde a las preguntas planteadas por el conflicto y se cierra la narrativa de manera satisfactoria.

1. Positiva: El conflicto se resuelve de manera favorable para los personajes.
2. Negativa: El conflicto se resuelve de manera desfavorable.
3. Abierta: El conflicto no se resuelve completamente, dejando espacio para la interpretación o una secuela.

• Positiva: El héroe vence al villano y salva el día.
• Negativa: El héroe falla en su misión, pero aprende una valiosa lección.
• Abierta: El héroe vence al villano, pero una nueva amenaza se avecina.

El conflicto y la resolución son cruciales porque:

• Generan Tensión: Mantienen al público interesado y comprometido.
• Desarrollan Personajes: Permiten que los personajes crezcan y evolucionen.
• Transmiten Mensajes: Refuerzan el mensaje o la moraleja de la historia.

Vamos a ver un ejemplo práctico de cómo se puede estructurar una historia con conflicto y resolución.

Introducción

Juan, un joven emprendedor, decide lanzar su propia startup de tecnología.

Conflicto

Juan enfrenta varios desafíos: falta de financiamiento, competencia feroz y problemas técnicos con su producto.

Desarrollo del Conflicto

• Interno: Juan duda de sus habilidades y se siente abrumado por el estrés.
• Externo: Un competidor lanza un producto similar que amenaza con sacar a Juan del mercado.

Resolución

• Positiva: Juan encuentra un inversor que cree en su visión y mejora su producto, superando a la competencia.
• Negativa: Juan no logra obtener financiamiento y su startup fracasa, pero aprende valiosas lecciones para su próximo intento.
• Abierta: Juan obtiene financiamiento, pero la competencia sigue siendo feroz, dejando su futuro incierto.

Instrucciones:

1. Elige un Personaje Principal: Define quién es tu protagonista.
2. Define el Conflicto: Decide si será interno, externo o ambos.
3. Desarrolla el Conflicto: Describe cómo el conflicto afecta a tu personaje.
4. Resuelve el Conflicto: Elige una resolución positiva, negativa o abierta.

Ejemplo de Ejercicio:

1. Personaje Principal: Ana, una joven artista.
2. Conflicto: Ana lucha con la inseguridad sobre su talento (interno) y la falta de oportunidades en su ciudad (externo).
3. Desarrollo del Conflicto: Ana recibe críticas negativas y considera abandonar su sueño.
4. Resolución: Ana decide mudarse a una ciudad más grande donde encuentra una comunidad de apoyo y logra exponer su arte.

El conflicto y la resolución son elementos fundamentales que dan vida a una historia. Al entender y aplicar estos conceptos, puedes crear narrativas que no solo capturen la atención de tu audiencia, sino que también resuenen emocionalmente con ellos. En el próximo módulo, exploraremos las diferentes estructuras narrativas que pueden ayudarte a organizar y presentar tu historia de manera efectiva.